sábado, 5 de mayo de 2018

Simona

Mi gata, del amor sacerdotisa,
felino corazón de gata Flora,
maullido de tu boca encantadora
que trepa por el riel de la cornisa.
—Desnúdate de prisa,
aquí en la oscuridad, hembra y señora,
turista en el Edén, gata de angora,
vestida nada más con mi camisa.
Yo soy el gato azul que te desvela
y el firme centinela
que en tu boca merienda y desayuna.
Febril gata tigresa,
almíbar torrencial de leche espesa
en el plato redondo de la luna. ©

Del libro Llevarás en la piel.
Recitado en el Café Montserrat.

1 comentario:

Carlos dijo...

Sobre un relato de George Bataille, que me hicieron conocer en diferentes tiempos tres gatas muy educadas.